"Los derechos de los niñ@s deben ser una cuestión de Estado."

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lunes, 24 de febrero de 2014

Argentina police break up child-sex network - Americas - Al Jazeera English

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Sólo se trata de creer

las12
VIERNES, 9 DE AGOSTO DE 2013
ENTREVISTAS

Sólo se trata de creer

Graciela Dora Jofre, jueza de Paz de Villa Gesell, reflexiona sobre la importancia de erradicar la utilización del Síndrome de Alienación Parental (SAP) en casos de presunto abuso sexual infantil por parte de los padres, y advierte sobre la necesidad urgente de implementar la perspectiva de género en todos los ámbitos de la Justicia.
 Por Carolina Selicki Acevedo
“Era un juego, vos consentiste”, dijo mi padre cuando, a los 30 años, lo saqué a la luz por fin. (M)

En la entrevista realizada con el niño se da esta transcripción de la misma:
“... Quiere lavarse las manos y lo acompaño. Al regresar del baño, se sienta en un rincón, toma los dos muñecos de la caja y, observándolos, pregunta si se les puede sacar la ropa a ambos (Barbie y muñeco varón). Intenta desvestir a la muñeca, luego me pregunta si se puede sacar la ropa del muñeco. Me explica las diferencias entre ambos... Su actitud cambia, habla más pausado, y su rostro toma un tono más serio. Se mantiene unos minutos, observando los muñecos e intentando desvestirlos y preguntándome acerca de cómo sacarles la ropa a ambos. Y dice: ‘¿Hablamos ahora?
Psic.: Bueno, ¿de qué querés hablar?
T.: Mi papa me tocó el culo.
Psic.: ¿Fue una palmadita, como dan a veces los padres? (le hago el gesto sobre el muñeco).
T.: No.
Psic.: ¿Qué hizo?
T.: Me metió la mano adentro’.”

***

Confesiones como éstas aparecen tras años de silencio o de falta de credibilidad por parte del núcleo más cercano de las víctimas de abuso sexual. Lo más usual suele ser la confesión a un amigo/a, a la madre o, en las edades más tempranas, a un docente. En los últimos diez años, el incremento del uso de las redes sociales y el eco en los medios de comunicación en Argentina ha sido una válvula de escape de confesiones, de difusión y concientización contra este tipo de abusos, aunque a la par se hayan incrementado la pedofilia o el consumo de pornografía infantil. Lamentablemente, el secreto silenciado –tanto mental como corporalmente– rara vez sale a la luz en los primeros años de vida. La compleja relación entre abusado y abusador suele dificultar que el niño/a o adolescente cuente lo padecido. Abuso de poder y sentimientos ambiguos se mezclan y es allí donde se requiere de ayuda y de contención.
Graciela Dora Jofre es oriunda de Quilmes, se recibió de abogada en 1978 en La Plata, en medio de la última dictadura militar. Luego, al formar su familia (es madre de dos varones) decidió radicarse en Villa Gesell. Allí, hace 17 años que es jueza en el Juzgado de Paz. En los últimos nueve años se ha interesado y formado sobre el Abuso Sexual Infantil (ASI), el incesto y la violencia de género en el marco de procesos de familia.

Ahora estamos más acostumbradas a que las mujeres ocupen puestos importantes de poder. En tu caso, en el ámbito judicial, ¿cómo describirías tu experiencia?

–La describiría como un proceso de crecimiento. En la ciudad han aumentado los casos focalizados en Derecho de Familia y de violencia de género, aunque también fuera de la ciudad, además de que casos concretos me llevaron a profundizar en abuso sexual infantil e incesto. Esto me obligó a formarme al respecto a través de otras disciplinas más allá de lo jurídico, como la psicología, por ejemplo. En 2005 tuve un caso que me marcó mucho. En medio de un proceso de familia apareció un caso de incesto. A raíz de esta experiencia aprendí que más allá de lo que una pueda inferir o intuir se debe tener mucho cuidado a la hora de juzgar. Así comencé a leer a expertos como Irene Intebi, presidenta de la Sociedad Internacional para la Prevención de Abuso Sexual Infantil (Ispcan, por sus siglas en inglés,) quien escribió El abuso sexual en las mejores familias, o al juez Carlos Rozanski.

¿Aumentaron también las denuncias de madres que se han animado a contar lo padecido tanto ellas como sus hijos y solicitar su defensa?

–Sí. La reacción natural de la madre cuando la criatura logra relatar la experiencia incestuosa genera un trauma y muchas veces tiende a minimizarlo o negarlo. Pero cuando esa madre cree el relato del niño/a y recurre a la Justicia, lo que pretende es protección, porque sola no puede. Cuando hablo de Justicia, me refiero no sólo a jueces, sino también a abogados o asesores que generalmente estigmatizan a las madres y a sus hijos, se desconfía de las denuncias y padecen largos calvarios. ¿Te suena a otras épocas de la Argentina y a otras madres? Lo más terrible es que se debe privilegiar el bienestar del niño/a como lo indica el derecho al “Interés superior de niñas y niños”. Entre otras garantías, ellos tienen derecho a ser oídos, a expresar su opinión libremente y a ser asistidos por un abogado que represente sus intereses en particular. Cuando el niño logra hablar (y a veces no lo hacen en la niñez, sino ya en su adultez) generalmente lo hace a alguien en quien confía, sea un docente, un psicólogo, un familiar. Irene Intebi dice que “el abuso sexual infantil es un balazo psíquico”. Por lo tanto la figura del abusador se vuelve depredadora del aparato psíquico del niño y es mucho más traumático cuando el abusador es el padre o un familiar cercano.

Además, la familiaridad con el abusador suele generar ambigüedad en el niño/a, que puede por un lado despreciar lo padecido y, sin embargo, fuera del abuso, tenerle cariño a esa figura...

–Tiene la envergadura de una epidemia. Actualmente, hay cada vez más prostitución, pornografía y explotación infantil y esto significa que hay clientes. Y si hay clientes es que hay muchos abusadores de niños. Por eso hay que indagar sobre qué es el abuso sexual infantil. En mi rol veo aparecer casos en el marco de un proceso civil, después de una separación, por regímenes de visita, por tenencia; aunque no dejan de estar vinculados con la violencia de género. El psicoanalista y perito psicólogo Osvaldo Fernández Santos hace una comparación muy interesante entre las violaciones y las situaciones de abuso en la última dictadura militar y señala que la relación de tortura dentro de la familia se vuelve mucho más grave. Como también afirmaba la psicoanalista Alice Miller, el abusador suele ser una figura querida. Allí radica la dificultad del relato del abusado.

Desmitificar el SAP

El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es un término que el profesor de psiquiatría estadounidense Richard Gardner acuñó en 1985 para referirse a lo que él describía como un desorden psicopatológico en el cual un niño, de forma permanente, denigra e insulta sin justificación alguna a uno de sus progenitores, generalmente al padre. Incluso, como perito, llegó a acusar a las madres de “lavar el cerebro” de sus hijos e hijas. Sin embargo, dentro de la comunidad académica el SAP carece de consenso y se lo considera seudocientífico. Sin embargo, el SAP actualmente cuenta con el apoyo de grupos de padres que han sido alejados de sus hijos por causas judiciales, por los abogados que los defienden en casos de divorcio y lo utilizan como defensa y también por numerosos peritos.

¿Cómo explica que siga vigente la utilización del SAP en la defensa de padres/familiares acusados de abuso sexual infantil o que se la acuse de garantista sólo de los derechos de las mujeres por ir contra este tipo de defensas de los acusados?

–Resulta paradigmático, su mentor resultó ser pedófilo y terminó suicidándose. Fue quien impulsó el poner en duda los relatos de las madres. Lo mismo sucede con las denuncias de las víctimas de violencia de género, hechos que no dejan de afectar al menor. En esta línea, han sido importantes los aportes de Sonia Vaccaro y Consuelo Barea sobre “El pretendido síndrome de alienación parental”, un estudio minucioso de la teoría del SAP. Considero que debe haber un replanteo en los procesos judiciales de familia, creerles es fundamental. Pero, a veces, los cambios llevan muchos años. Es necesaria una mirada con perspectiva de género en la Justicia. No debe olvidarse su función primaria: la defensa del más vulnerable. Como jueza civil puedo aplicar medidas protectoras pero éstas deben tener continuidad en la instancia penal. Tanto los niños, como víctimas de abuso sexual infantil, y las mujeres, como víctimas de la violencia de género, tienen muy poco acceso a buenas defensas técnicas o a ser querellantes. Muchas recurren a defensorías oficiales y en Villa Gesell tenemos suerte de que no estamos saturados como suele suceder en ciudades más grandes como Buenos Aires, y ahí ya no basta ni la capacitación ni la mejor intención del profesional.

¿Esta falta de protección también podría evidenciarse en la obligación a la “revinculación” de las criaturas con sus presuntos abusadores?

–Así es. A medida que se ha comenzado a denunciar y que han salido las situaciones del ámbito privado se ha utilizado la revinculación de un modo forzado. Cuando se obliga al niño a ver a la figura acusada de abuso se lo está revictimizando. Entonces tanto los abogados y los jueces que avalan estas prácticas están yendo contra los derechos de los niños. Hilda Marchiori, psicóloga y criminóloga experta en victimología, valoriza la protección de la criatura y afirma que pensar que los niños mienten es un mito. En esta línea también puedo mencionar a María Cecilia López, quien en coautoría con María Beatriz Muller escribió en Los dibujos en el abuso sexual infantil. Afirma respecto de los dibujos de los niños y su interpretación que se les nota en gestos, lo expresan en su cuerpo, que no pueden sostener en el tiempo las mentiras. Las connotaciones sexuales son importantes marcadores de detección. También es interesante el planteo que hace al respecto Fernández Santos al diferenciar revinculación con reconciliación. El alega que no podés establecer una relación u obligar a una criatura si del otro lado la persona jamás va a reconocer el abuso. Todo conlleva a hacer una revisión más profunda: ¿Qué constituye una familia? ¿Qué es ser padre? No es una cuestión biológica, sino que se construye con amor, con respeto a la libertad de ser de los niños. Si un hombre dentro del uso de la figura de poder en la familia ejerce violencia sobre la criatura no es un padre, es un monstruo. No se trata de cuestionar a la familia. Muchas veces se cree que el abusador tiene una personalidad sospechosa que se percibe a simple vista y no es así. O que sólo las violaciones se dan en las clases sociales más vulnerables. Los abusadores suelen ser personas que en su vida diaria tienen buen trato con los demás, que pueden tener poder, dinero, ser brillantes intelectualmente.

En marzo pasado hubo un fallo tuyo que marcó precedente en la ciudad y alrededores al reconocer y valorizar per se la palabra del niño como elemento esencial para fundar la denegatoria a un régimen de visitas a favor del padre sospechado de abuso en perjuicio de su hijo, con independencia del estado en la tramitación de la causa penal que lo incriminaba...

–En este caso concreto, como me sucede en otras situaciones, traté de focalizar mi mirada en el niño. El fallo se apoya en dos relatos realizados por el niño ante su terapeuta, a fines de 2009, y otro en febrero de 2011 ante una perito oficial en el proceso. Afortunadamente, en la instancia penal se respetó mi postura, pero son casos excepcionales por lo general, tal vez por ello las repercusiones. Muchas veces el abusado confiesa fuera del ámbito judicial, fuera de una audiencia. Por esto es que considero que hay que creerle a la madre o al niño/a que logra confesar y denunciar. Además, estadísticamente, la mayoría de las denuncias de abuso sexual son reales (la cantidad de alegaciones falsas es solamente del 8 por ciento).

Siguiendo esta necesidad, la de que la presunta víctima sea escuchada, ¿es que decidís hacer el petitorio de la instalación de una cámara Gesell en el juzgado?

–Sí. Hace varios años que estoy tras este pedido. Aproveché la visita, hace un mes, del doctor Héctor Negri, actual presidente de la Suprema Corte. Le comenté que consideraba importante la instalación de una cámara en la ciudad y en la zona. Será el primer Juzgado de Paz de la Provincia de Buenos Aires y el primer Juzgado en el Departamento Judicial de Dolores en tener una cámara Gesell. En un mes aproximadamente estará terminada. Con esto no pretendo que se aplique la escucha del niño de un modo cartesiano. Me refiero a buscar todos los elementos que la ciencia de otras disciplinas como la psicología y la psiquiatría tienen para poder decodificar y dilucidar lo que el chico dice y siente.

En estas semanas trascendió la importancia del uso de la cámara Gesell para obtener el testimonio del hijo de 10 años de Susana Leiva, asesinada supuestamente por su pareja, el portero Alberto Ponce, a quien también se investiga por posible abuso sexual del niño, en la localidad bonaerense de Temperley. ¿Qué requisitos son exigidos para que un niño declare en cámara Gesell?

–Previamente se evalúa multidisciplinariamente si el niño está en condiciones de hacerlo. El aporte es muy importante porque el niño puede hablar con la psicóloga u otro profesional en un marco de mayor protección.

¿Creés que en los últimos años, a la par del aumento de casos relacionados con las problemáticas anteriormente citadas, ha sido fundamental la actuación mancomunada con instituciones y profesionales de otras ciudades o provincias?

–Sí, tengo mucha relación con Mar del Plata, por ejemplo. Allá está el grupo de la Red Solidaria, que brinda apoyo terapéutico y asesoramiento. Es muy importante también la interconexión entre las víctimas. Poder escribir sobre fallos de otros colegas. El Derecho debe ser menos academicista y más humanista. La abogacía no puede ser una profesión de mercenarios. Debe haber perspectiva de género desde los espacios de formación como lo son las universidades, integrar a profesionales de otras disciplinas. Es el desafío que se viene. El pater familias (en latín: “padre de familia”) rigió desde la antigüedad, desde la concepción patriarcal tenemos que avanzar hacia un Derecho con respeto hacia el varón y hacia la mujer. Me parece un mensaje esperanzador para los jóvenes que estudian actualmente Derecho. Volver al origen, a la justicia social. La temática no abarca solamente a niños y niñas, sino también a adolescentes. Sería entonces muy importante que en los colegios se implemente realmente la Ley de Educación Sexual para reforzar la prevención y la información.

viernes, 14 de febrero de 2014

Una buena noticia..



las12
VIERNES, 17 DE ENERO DE 2014
RESISTENCIAS

Desactivando el blindaje

La Corte Interamericana de Derechos Humanos podría intervenir en la causa de Andrea Vázquez, la médica que fue separada de sus tres hijos hace un año y cuatro meses, cuando un tribunal de familia dispuso que los niños fueran arrancados de su hogar en medio de un operativo policial armado, para revincularlos con su progenitor, sobre quien recaen 14 denuncias por violencia familiar ejercida contra Andrea y los niños.


 Por Roxana Sandá
La presentación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos el jueves último solicitando la restitución de sus hijos a la médica Andrea Vázquez, quien no los ve desde hace un año y cuatro meses, luego de que fueran sacados de su hogar y de la escuela en 2012, durante un operativo policial armado y en ausencia de su madre, podría sentar un precedente judicial determinante para este tipo de casos, sobre los que se sistematizan medidas judiciales restrictivas tendientes a aniquilar el vínculo. A partir de una trama judicial tortuosa que comenzó en 2009, tras 14 denuncias por violencia familiar contra su ex marido, quien sin embargo obtuvo la apropiación de los tres hijos beneficiado por un tribunal de familia de Lomas de Zamora que se ufanaba de ser “blindado”, el abogado Juan Pablo Gallego, que patrocina a Vázquez, también presentó ante la Corte Suprema de Justicia una acción de amparo en la que solicita la medida cautelar urgente de restitución “por privación de justicia y vulneración de compromisos asumidos al ratificarse la Convención Internacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, y la Convención Interamericana de Derechos Humanos”.
Los reclamos son acompañados por organismos como la Asociación Argentina de Mujeres de Carreras Jurídicas (Aamcj), con status consultivo ante la ONU, y el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires. “Vamos a acompañar esta presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para garantizar que todas las instituciones con incumbencia en la materia se pronuncien a favor del acceso a la Justicia no sólo de Andrea, sino fundamentalmente de estos tres niños que se han visto privados de este derecho esencial de que sus derechos se hagan respetar”, advirtió el titular de Justicia, Ricardo Casal.
El caso, un ejemplo lamentable de todo lo que no debería ser la Justicia, concentra en sí el impedimento arbitrario de que Vázquez pueda ver a sus hijos de 4, 11 y 13 años a propósito de una resolución judicial del Nº 3 de Familia de Lomas de Zamora, hoy disuelto, que revirtió la tenencia a favor del progenitor, un personaje influyente del conurbano, sobre el que pesan graves denuncias por violencia familiar: la iniciática fue una patada que le dio a una botella de la que estaba tomando su hijo mayor, y que hirió su boca. También hay entradas de uno de los niños a la guardia del Hospital Garrahan, con politraumatismos, luego de que su padre lo empujara por las escaleras “para que bajara de una vez”. Los chicos expresaron ante funcionarios judiciales y peritos psiquiátricos que no desean permanecer junto a su padre, pero siempre fueron desoídos. Sobre los ex integrantes del tribunal, los jueces María Silvia Villaverde, Enrique Quiroga y Roxana Del Río, recaen cuatro pedidos de juicio político por avasallamiento de los derechos de niñas y niños, por sentencias que se apoyan en el Síndrome de Alienación Parental (SAP), incumplimiento de su deber y abuso de autoridad. En varias oportunidades, sus señorías se autoproclamaron “blindadas”, aunque nunca quedó del todo claro a qué se referían. Por el contrario, nunca dejaron dudas acerca de sus famosas cautelares, que ordenaban cambios de guardas repentinos y violentos, y la revinculación coactiva de niñas y niños a favor de familiares denunciados por maltratos, violencia familiar o abuso sexual. Las criaturas eran arrancadas de sus hogares en operativos policiales, algunos con intervención del Grupo Halcón, manteniendo vigentes y sistematizadas prácticas aberrantes de la última dictadura militar. “Esta sentencia ha sentado precedente en el ámbito judicial, en beneficio de la aplicación de prácticas represivas. Juzgados de Familia están utilizando el SAP en combinación con métodos represivos de sustracción de menores, con la pata operativa de peritos psicólogos/as”, denuncia Vázquez. “Jueces y juezas sostienen estas metodologías por, evidentemente, cuestiones en juego que no tienen que ver con el interés superior de la infancia, porque la pedofilia es un negocio millonario.”
En un comunicado firmado por la presidenta de la Aamcj, María Elena Elverdin, y la secretaria general, Norma Graciela Chiapparrone, se ratifica que los integrantes del Tribunal Nº 3 “fueron denunciados por mal desempeño en sus funciones tanto por Andrea Vázquez como por otras tres víctimas, del obrar antijurídico, en franca contradicción con las previsiones del Derecho Argentino y el sistema regional de derechos humanos. Ninguno de los remedios procesales articulados –incluidos sendos recursos ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación– han logrado revertir la situación de arbitrariedad manifiesta que exhibe este caso”.
Juan Pablo Gallego, el abogado de Vázquez, presentó ante la Corte Suprema de Justicia un recurso in extremis, de restitución urgente, que repare todo lo vulnerado hasta el momento. En la actualidad, la causa está suspendida en el aire, sin magistrado interviniente, tras un periplo judicial del terror, que comenzó con los dictámenes plagados de irregularidades del tribunal Nº 3 y su posterior disolución, el pase de la causa al tribunal Nº 6, donde recaló Enrique Quiroga, que luego se excusó, y finalmente la derivación al Nº 2. Su titular, Cecilia Ana Mantegazza, tomó el caso por 60 días, “y en ese período record generó un expediente de alimentos para el progenitor, otro expediente para un permiso de salida al exterior con los niños y un tercer expediente para desalojar a Vázquez de su casa”.
Diez minutos. Ese fue el tiempo exacto que duró el último encuentro con sus hijos, un año y cuatro meses atrás. Rato antes, la perito psicóloga le advertía “que no les diera falsas esperanzas a los chicos”, y sin embargo ese poco menos de cuarto de hora alcanzó a los cuatro para comprobar que “el vínculo está intacto, no pudieron destruirlo”, relata emocionada Vázquez. “Continuamos la conversación interrumpida el 2 de octubre de 2012, cuando fueron secuestrados por ese operativo policial. No hay argumentos para esta separación impuesta, o sí, cortar cualquier tipo de referencia que tenga que ver conmigo, aniquilar el vínculo. Pero mis hijos son los más valientes del mundo.” Gallego concluye que el accionar judicial, en especial de Quiroga y Villaverde, “que han desarrollado una decena de operativos de esta naturaleza bajo el argumento de que debe priorizarse la familia, sacando violentamente a niños y niñas de sus domicilios y eliminando a las madres de sus vidas con la intención de que sea en forma definitiva, obedece a cuestiones ideológicas misóginas, de violencia de género, instaladas en el seno del Poder Judicial. Lomas de Zamora es uno de los pocos distritos que no tienen tribunal de alzada (no hay segunda instancia), por tanto los juzgados de familia funcionan de manera anómala. El único organismo que puede intervenir es la Suprema Corte provincial. Es ahí, entonces, cuando jueces y juezas pueden manifestar impunemente que están blindados”, contra la reparación de los abusos, que ellas y ellos mismos centralizan y promueven.

Página/12 - Dos caras nuevas en el Consejo via @Linkis_com

Página/12 - Dos caras nuevas en el Consejo via @Linkis_com

jueves, 13 de febrero de 2014

Álvarez y De Pedro juraron en el Consejo de la Magistratura


NUEVOS INTEGRANTES

Álvarez y De Pedro juraron en el Consejo de la Magistratura

El secretario de Justicia, Julián Álvarez y el diputado nacional del Frente para la Victoria, Eduardo "Wado" de Pedro juraron hoy como nuevos integrantes del Consejo de la Magistratura en reemplazo de Hernán Ordiales y Stella Maris Córdoba.
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De esta manera, Alvarez y De Pedro ocuparán las vacantes destinadas a los representantes del Poder Ejecutivo y de la Cámara Baja en ese organismo.

Alvarez asumirá como nuevo representante del Poder Ejecutivo en reemplazo de Hernán Ordiales y de Pedro por la diputada Stella Maris Córdoba, quien cesó su mandato en diciembre pasado.

En una ceremonia que se desarrolló en el segundo piso del edificio de Libertad 731, De Pedro y Álvarez se sumaron al organismo del Poder Judicial encargado de designar, controlar y sancionar a los magistrados.

El titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti le tomó juramento a Alvarez, en tanto que la jueza Elena Highton de Nolasco hizo lo propio con de Pedro.

Luego de la jura, el organismo iniciará su primer plenario del año para designar autoridades e integrar comisiones.

En el acto estuvieron presentes todos los integrantes del Consejo, incluídos los consejeros salientes; el ministro de Justicia,  Julio Alak; la defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez; los diputados nacionales Héctor Recalde, Carlos Kunkel y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

Gracias TN por romper el BLINDAJE DE LUNGHI.El intendente Pediatra q desconoce los abusos impunes vía @todonoticias via @Linkis_com

Gracias TN por romper el BLINDAJE DE LUNGHI.El intendente Pediatra q desconoce los abusos impunes vía @todonoticias via @Linkis_com

domingo, 2 de febrero de 2014

Recuperarse del abuso sexual infantil



Como se resisten a incorporar la figura del Psicoterapeuta del niñ@ o perito de parte como portavoz del menor denunciante, sobre todo cuando es muy pequeño . Esto está contemplado en la Convención de los Derechos del Niñ@. Hay un antecedente donde se aplicó, Caso Juarez Villegas. Sgo del Estero. Intervine . Lic.Daniela Lezcano.



Recuperarse del abuso sexual infantil    Fuente: www.milenio.com

Sandoval
(Sandoval)
Lo prometido es deuda: el día de hoy acabamos la triología de columnas sobre el tema de prevención y recuperación del abuso sexual infantil. Si poco se habla del asunto en general, aún menos se toca la recuperación. Muchos de los padres de los menores que lo han sufrido no se enteran de que eso pasó, así que los chicos crecen con un trauma y llegan a la adultez con miedos, fobias, inseguridades, depresiones, insatisfacciones, rabia, sentimientos suicidas. En otros casos, los progenitores se enteran de lo sucedido pero no hacen nada: prefieren callar para no afectar la dinámica familiar o simplemente no saben qué hacer y dejan que el tiempo “resuelva” el asunto.
Por eso, me parece muy importante saber qué se puede hacer con un superviviente. De entrada, darles este apelativo en lugar de “víctimas”, porque de acuerdo con el Centro Terapéutico Infantil y Familiar AC, “de lo malo que viviste puedes sacar algo bueno; tu fuerza te engrandece; estás aquí y no pudieron contigo; porque si te quedas en la posición de víctima nunca podrás cambiar las cosas; porque no estás solo; porque cuando crees que las secuelas del abuso van a poder contigo, es posible que encuentres a otros supervivientes que han pasado por tu misma situación y están yendo hacia delante, porque a veces no podemos hacerlo solos”.
En Faro Azul, espacio que brinda su apoyo a mujeres y hombres que han sufrido abuso sexual infantil en Perú pero que se puede consultar en Facebook, así como el activista Miguel Adame, reconocen que recuperarse de los daños causados por esta desgraciada situación no es nada fácil ni es suficiente el “perdona y olvida”, pues es necesario aceptar la situación y a partir de eso consolidar la recuperación.
Sugieren leer libros sobre el tema para evitar sentimientos de aislamiento, saber un poco más del abuso y su redención. La terapia individual ayudará a identificar las áreas de la vida donde tengan los mayores problemas y a desarrollar habilidades para resolverlos. A la par, es bueno acudir a un grupo de apoyo para verse reflejados y entender que otros y otras han pasado por lo mismo. Es importante hablar con alguien en quien se confíe sobre lo que se siente, tratar de divertirse, hacer algo nuevo que refuerce la confianza, tomar un curso de asertividad, escribir un diario, cultivar la vida espiritual (ojo, no religiosa, menos aún si el agresor es sacerdote, pastor o predicador).
Es importante también trabajar la revictimización, aunque lo ideal es evitarla. ¿Qué es? También conocida como victimización secundaria, se da cuando inicia el proceso y procedimiento penal y el niño o niña se ve enfrentado a su atacante, a las autoridades, a su familia. En la práctica del derecho penal, los menores se enfrentan al proceso penal en su carácter de “víctimas” casi en las mismas circunstancias que un adulto.
El pasado 15 de enero quedó registrado que un tribunal federal con sede en Coahuila otorgó un amparo que impide obligar a una menor de edad, víctima de violación, a ser careada con su presunto agresor. La madre de la niña no acudió a la cita en el juzgado por considerar que se violaban los derechos humanos de su hija, ya que una psicóloga emitió constancia médica en la que se concluyó que no estaba en condiciones para  acudir a la audiencia debido al trastorno emocional que provocó en ella el abuso sexual.
 Lo anterior fue posible con base en las disposiciones constitucionales e internacionales que protegen el interés superior de los menores y el principio de no revictimización, ambos contemplados en el protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que afecten a niños, niñas y adolescentes, emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es importante saber que no solo es posible emitir este amparo, sino que es un derecho de los infantes.
La Fundación para la Confianza, con sede en Colombia, señala que una de las consecuencias de la vivencia de una situación de abuso sexual es la pérdida de la confianza. “La confianza en uno mismo y en los demás, en las instituciones, en la justicia o en todo lo que constituía un espacio de protección. El primer camino que hay que emprender es el de la recuperación de la confianza tanto en uno mismo como en el otro”, indican.
Hoy en día es posible encontrar libros y profesionales de la resiliencia, esa capacidad de los seres humanos de hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformados positivamente por ellas. Es un proceso que permite a ciertos individuos desarrollarse con normalidad y en armonía con su medio a pesar de vivir en un contexto desfavorecido y depravado socioculturalmente y a pesar de haber experimentado situaciones conflictivas desde su niñez. Para poder desenvolverse en contextos relacionales desde la confianza, los sujetos requieren desarrollar ciertas capacidades o competencias resilientes, que les permitan descifrar las señales de seguridad, previsibilidad o riesgo.
El retórico belga, lógico y filósofo del Derecho Chaïm Perelman, afirma que la confianza solo puede desarrollarse en contextos o relaciones en que no está presente el miedo o la competencia comunicativa. La confianza supone un mínimo de seguridad, la cual dependerá de si los sujetos consiguen encontrar y descifrar señales que prueben esta situación. Algunas de las actitudes coherentes con un marco de confianza son: generar expectativas realistas; mostrar atención y preocupación por la otra persona; reconocer la legitimidad de los intereses y necesidades del otro; asumir la responsabilidad propia (no trasladar la culpa); que la confianza sea mutua; sinceridad (una predisposición de ambas partes de no ocultar información relevante y decir la verdad); cumplimiento de promesas y compromisos; consistencia entre palabras y actos.
Los supervivientes tendrían que saber que es correcto que pongan límites corporales o físicos durante su proceso de resiliencia: determinar a qué distancia se pueden acercar los demás sin que se sientan incómodos, quiénes los pueden tocar, y cómo y en qué situaciones. Como afirma el filósofo francés Maurice Merleau-Ponty, hay que entender que “el contorno de mi cuerpo es una frontera que las relaciones espaciales ordinarias no franquean”.
También tendríamos que trabajar con ellos los límites emocionales, aquellos que permiten resguardar las propias emociones, deseos y necesidades, evitando que sean arrastrados hacia actitudes negativas o manipulados por los deseos y emociones de los demás.
Como indica Miguel Adame, es necesario y realmente importantereconstruir lo que el abuso destruyó, y por eso es fundamental que la persona busque sanar a través de una psicoterapia o terapia psicológica.“Muchas veces las personas que fueron víctimas de abuso no desean iniciar un proceso de terapia por el miedo a recordar y revivir el evento del abuso. Pero en la práctica, y a nivel profesional, se ha observado que la persona que enfrenta su pasado y reconstruye su vida a partir de eventos positivos de autovaloración, logra recuperar su bienestar emocional.
“El tratamiento es distinto si se trata de niños, adolescentes o adultos. La familia en muchos casos aporta un pilar de apoyo importante, pero si se carece de él, éste se debe buscar en otras fuentes, siempre hay entidades u otras personas que pueden darlo.”
 Espero de corazón que ninguno de ustedes (ni de sus seres queridos) haya vivido esta situación, pero si así fue, les recomiendo que, si no lo han hecho, busquen ayuda. Es muy importante.
Miguel Adame y una servidora les agradecemos a todos los que fondearon para su proyecto de cómics contra el abuso sexual “Nunca más gritos sin voz”. Se alcanzó la meta y ya están trabajando en ellos. Los donadores recibirán vía correo electrónico su material.
Gracias de corazón. ¡Y a cuidar a nuestros niños!  
Verónica Maza Bustamante
Facebook: La Doctora Verótika
@draverotika