"Los derechos de los niñ@s deben ser una cuestión de Estado."

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Escuchemos a los niñ@s!

sábado, 30 de junio de 2012

Dignidad de Genero : Atentos y vigilantes en QUILMES!

Fuente  Diario El Suburbano  @di_nucci

 Buró Miente: Niega sus “shows XXX” y que las imágenes sean de su local; ahora el HCD investiga esto y más



El Concejo Deliberante de Quilmes por unanimidad pidió investigar al controvertido boliche del centro quilmeño “Buró”, luego que se difundieran algunas imágenes de sexo explícito en su interior, entre otras irregularidades que atañen a este local

Foto: Por carta documento negaron que las imágenes xxx fuera en Buró

El boliche de la calle Alem entre Brown y Lavalle del centro quilmeño, perteneciente a “Alem 214 SRL”, propiedad de la familia Panebianco, viene desde hace tiempo siendo el centro de duros cuestionamientos vecinales y críticas de diversos sectores, principalmente por el tema ruidos, del alto contenido sexual y las “orgías” sobre el escenario; además de la “canilla libre” para mujeres que allí se realizan semanalmente.
La media docena de fotos, de un largo listado que obtuvo y publicó El Suburbano en varios meses y publicadas en su última edición, terminó siendo la punta del ovillo para que ayer, martes, en sesión ordinaria, distintos legisladores de varios sectores políticos de la ciudad empiecen a bucear distintos aspectos del mencionado centro nocturno.
“Seguimos encendiendo los miércoles calientes”. Con esta frase, Buró promociona los shows de strippers “para ellas” en sitios de internet, don-de los adultos parecieran tener un mejor y más fácil acceso, sin embargo los menores hacen de las suyas.
Puertas adentro del controvertido bailable céntrico se mantendrían relaciones sexuales arriba del escenario a la vista de todos. Hombres, mujeres y travestis, dejan caer sus ropas al compás del jadeo y la música.Otro condimento esencial de los miércoles calientes de Buró, es la en-trega alcohol gratis (canilla libre) a mujeres. Los consultados aseveraron que ese hecho genera la desinhibición de varias jovencitas, quienes son subidas por los animadores al escenario para participar del polémico espectáculo.
Una vez arriba, las chicas son inducidas a formar parte del show. Tras desnudarlas e iniciarlas en el juego erótico, los maduros strippers comienzan a deslizar sus manos sobre las partes íntimas, quienes por el exceso de alcohol entregado por la disco acceden sin problemas.
Carta Documento
Ayer martes, y como una forma de intimidación seguramente para que no se siga informando del tema, una carta documento del titular de Buró llegó a nuestra redacción con innumerables falacias y mentiras.
Niegan “Shows XXX, espectáculos pornográficos, presencia de menores, escasez de normas de seguridad y ‘flojedad’ de papeles”.
Pero el colmo de la carta documento fue negar que las fotos hayan sido tomadas en Buró. Seguramente, eran monjas. Como la portada de hoy (por el día miércoles, salida de El Suburbano - Ver http://elsuburbanodigital.com.ar/2012/06/el-hcd-quiere-saber-que-pasa-adentro-del-denunciado-boliche-buro/ )

jueves, 28 de junio de 2012

Revictimizacion Judicial en Abuso Sexual Infantil (Gentileza de @Carolabs)

las12

Una sordera perversa
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LOS ENCUENTROS QUE PRETENDEN REVINCULAR MUCHAS VECES TERMINAN REVICTIMIZANDO A LOS CHICOS Y CHICAS ABUSADOS.
 
La “revinculación” por orden judicial de niños y niñas que expresan haber sido víctimas de violencia o abuso sexual con el progenitor, al que señalan como agresor, genera cada vez más polémica. Dos reconocidos expertos en la temática, un juez y una psiquiatra infanto-juvenil, advierten sobre los graves riesgos que genera este tipo de medidas en los niños y niñas.
Organizaciones de defensa de los derechos de la niñez advierten sobre los riesgos de “reanudar” el contacto con el padre (o madre) denunciados, cuando existe un proceso penal abierto, pero los casos son complejos. Una ONG que defiende los derechos de la infancia y adolescencia tomó un caso testigo, que tramita en los tribunales de Familia de Lomas de Zamora, para denunciar que en estas situaciones se viola sistemáticamente “el derecho de los niños a ser oídos”. “Se debe interpretar lo que los chicos dicen en distintos ámbitos. Los están poniendo en riesgo”, señaló en diálogo con Las 12 la profesora universitaria Nora Pulido, coordinadora del Colectivo de Derechos de Infancia y Adolescencia, una coalición de ONG de todo el país que trabaja para incidir en las prácticas sociales y las políticas en materia de infancia y adolescencia. Pulido, junto a la hermana Martha Pelloni, titular de la Red Infancia Robada; Nora Schulman, directora ejecutiva del Comité de Seguimiento de la Convención Internacional de Derechos del Niño (Casacidn); Nora Cortiñas y Mirta Baraballe, de Madres Línea Fundadora, y Norberto Liwski, presidente de la Sección Argentina de la organización Defensa de Niños y Niñas Internacional (DNI), están haciendo el seguimiento de una causa judicial en manos de la jueza del Tribunal de Familia N° 3 de Lomas de Zamora, María Silvia Villaverde. La magistrada ordenó la reanudación del régimen de visitas de tres hermanitos, mellizos de 6 años y una nena de 4, con su papá, a pesar de que los pequeños han hablado en distintos ámbitos –el espacio terapéutico, la escuela, el hospital– verbalizando, con actitudes, y dibujos, sobre situaciones de abuso sexual a las que los habría sometido el progenitor. Los padres están separados desde marzo de 2008. El hombre fue denunciado por abuso sexual contra sus hijos en los días de visita. Fue sobreseído en primera instancia el año pasado –sin ser indagado ni citadas las terapeutas de los chicos– por el juez Luis Alberto Zelaya, del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 13. La absolución fue ratificada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal, sobre la base de informes que generan dudas sobre los hechos: no niegan ni confirman los abusos. Pero el fallo no está firme: la querella presentó un recurso en queja ante la Cámara Nacional de Casación Penal. El expediente está en la Sala N° 4. El Colectivo de Derechos de Infancia y Adolescencia está preparando un amicus curiae para presentar ante Casación. El abogado defensor del padre en la causa penal es el ex juez Francisco Trovato, destituido y condenado en su momento por recibir coimas.
Pulido pidió una audiencia con la jueza, en la que le planteó la preocupación de las entidades frente a este proceso de revinculación ordenado por la magistrada.
La jueza Villaverde amenazó a la madre –con cédula judicial– con darle la tenencia al papá si no lleva a los tres niños a las visitas de revinculación. El proceso de revinculación con el padre está supervisado por una psicóloga designada por el Tribunal, en la sede de Avellaneda de la Facultad de Psicología de la UBA, María del Carmen Pérez Caputo. Hasta ahora se hicieron dos encuentros en los que los chicos estuvieron con Pérez Caputo. En el próximo ya se verían con el padre. Tanto la psicóloga como la jueza acaban de ser recusadas por la madre de los niños. Además, la mamá presentó una denuncia contra Villaverde ante la Oficina de Control Judicial de la Suprema Corte bonaerense por supuestas violaciones de los derechos de los chicos. Esta oficina tiene facultades sancionatorias para los magistrados en el ámbito de la provincia. El maltrato institucional padecido por estos niños es alarmante. “La jueza Villaverde ha tomado sucesivas medidas despreocupándose de la integridad psicofísica de niños, que indican haber sido sometidos sexualmente. Lo actuado por la magistrada es exactamente lo contrario a lo que indica imperativamente la Convención Internacional sobre Derechos del Niño. Estos niños son meros objetos de medidas judiciales que obstaculizan la elaboración del trauma en los menores”, expresó el abogado Juan Pablo Gallego, quien acaba de asumir el patrocinio de la mamá. Gallego es el abogado que representó al Comité de Seguimiento de la Convención Internacional de Derechos del Niño en el juicio que terminó con la condena por abuso sexual al cura Julio César Grassi.
Los niños no ven a su papá desde diciembre de 2009. La madre fue denunciada penalmente por obstruir el vínculo del padre con los hijos. La jueza Villaverde viene ordenando sistemáticamente la revinculación con el progenitor, pero distintos recursos presentados por los abogados de la madre lograron postergarla. Incluso, a mediados de 2010 la magistrada ordenó que la “revinculación” se hiciera en la Comisaría de Familia de Lomas de Zamora. Y en otras oportunidades dispuso que los chicos fueran trasladados en un móvil policial, pero como los hermanitos se pusieron a llorar cuando una uniformada los fue a buscar a su casa y se negaron a subir al vehículo, el operativo se suspendió. Los abogados de la madre presentaron el 17 de abril en el Tribunal de Familia “prueba nueva” para fundamentar la suspensión de la revinculación, que consiste en testimonios y dibujos de los chicos, y expresiones dichas en la escuela, que darían cuenta de los abusos sexuales. Pero no fueron tenidos en cuenta. Entre otra documentación, figura el cuaderno de comunicaciones de la nena, donde la maestra de jardín le mandó una nota a la mamá y le cuenta que ese día la niña le contó espontáneamente que “mi papá me metía el dedo en la cola”.
La abogada del padre, en la causa de familia, Cristina E. Pibida, alegó que la denuncia de abuso sexual se trata de “una causa fabricada” por la mamá de los chicos, en el marco de un divorcio muy conflictivo, para evitar que su ex esposo vea a sus hijos, y que “no hay ningún elemento para imputar el delito de abuso sexual” a su defendido. “El 90 por ciento de las parejas que tienen problemas posteriores al divorcio siguen este camino de la denuncia por abuso sexual. A mí me lo vienen a proponer mis clientes”, dijo la abogada.
Al rechazar los planteos de la madre, el Tribunal de Familia N° 3 defendió el proceso de revinculación ordenado, en una resolución de noviembre de 2011. En su voto, la jueza Villaverde afirmó que “el mismo tiene como finalidad ayudar a los hijos a estar en contacto con sus padres u otros adultos de la familia, con los que hubo distanciamiento. El revincular tiene que ver con restablecer la paz dentro de la familia; tiene un aspecto educativo, pues les permite a los hijos incorporar la vivencia de que, después de la pelea y aun la guerra, se puede restablecer la paz y continuar la vida. Además, permite a la familia recomponerse sin aclarar lo ocurrido, debido a que en la memoria de cada uno los hechos son absolutamente contradictorios entre sí. En estos casos, el poner el punto final es aliviante y beneficioso para todos, en especial para los hijos”. Los otros dos integrantes del Tribunal, los jueces Roxana del Río y Enrique Quiroga, adhirieron a los mismos fundamentos. Pulido y las terapeutas de los niños fueron al Tribunal para pedir la suspensión del proceso de revinculación: esgrimieron el derecho de los niños a ser oídos. Los integrantes del Tribunal de Familia nunca los escucharon. El proceso de revinculación está por el momento suspendido –por las recusaciones que deben resolverse–, pero la medida no fue cancelada.

Lo que no se puede inventar

La psiquiatra infanto-juvenil y psicóloga Irene Intebi es una referente en el tema. Presidenta de la Sociedad Internacional para la Prevención de Abuso Sexual Infantil (Ispcan, por su sigla en inglés), se refirió al problema de las revinculaciones.

Un nene o nena pequeño que manifiesta situaciones de abuso sexual, a través de palabras, dibujos, gestos, ¿puede llegar a inventarlas?

–No diría que un nene o nena pequeño que manifiesta situaciones de abuso sexual, a través de palabras, dibujos, gestos, las pueda inventar. La cuestión es que estos indicadores de sospecha de abuso sexual tienen que ser evaluados por profesionales especializados en el tema para determinar la factibilidad de que el niño o niña pequeño/a esté describiendo experiencias de su vida o si está manifestando con el nivel de lenguaje o de grafismo de la etapa evolutiva en la que se encuentra situaciones que podrían parecer abusivas pero no lo son o si la persona adulta que observa los indicadores o escucha el relato, interpreta de manera errónea sus observaciones.

Hay organizaciones de padres alejados de sus hijos que sostienen que les pueden lavar el cerebro las madres para perjudicarlos en divorcios conflictivos y hablan de la existencia del llamado síndrome de alienación parental (SAP). ¿Está probado científicamente que existe el SAP?

–El SAP no es un síndrome científicamente aceptado. Es un término acuñado por Richard Gardner, profesor de psiquiatría infantil en la Facultad de Medicina y Cirugía (College of Physicians and Surgeons) de la Universidad de Columbia, que ejerció la práctica privada en Creskill, Nueva Jersey (EE.UU.), dedicándose hasta la fecha en que se suicidó (2003) a la psiquiatría infantil y forense, mayormente como perito de parte por la defensa de los agresores en casos de sospecha de abusos sexuales. Sus trabajos han sido cuestionados por colegas e investigadores debido a que sus afirmaciones no se basan en métodos de investigación estandarizados y a que no han sido sometidos a estudios empíricos, a investigación o a verificación por parte de otros especialistas. A pesar de ello, ha sido ampliamente citado en el ámbito judicial de muchos países. En mi opinión, la difusión de sus conceptos se debe a que coinciden con los estereotipos y los prejuicios que sostienen la negación y la invisibilización de las agresiones sexuales a niños y niñas.

Hay jueces que ordenan la revinculación de los niños con su padre denunciado sin sentencia firme. ¿Qué le parece ese tipo de medidas?

–La revinculación con una figura parental acusada de haber cometido abusos sexuales o de tener actitudes maltratantes hacia los hijos o hacia la mujer no es algo que debe hacerse a la ligera. Por el contrario, requiere una evaluación minuciosa, hecha por especialistas en temas de violencia hacia los/as niños, de la denuncia, de la factibilidad de que haya ocurrido y una recomendación fundamentada acerca de los beneficios y de las desventajas que podría acarrear. La fundamentación debería apoyarse en indicadores observables para cada caso en particular. No puede justificarse con vaguedades y opiniones al estilo de “sea como sea éste/a es el padre/madre que le tocó”, “todo/a niño/a necesita una familia y no importa cómo es ésta”, etc. Tampoco puede fundamentarse la revinculación en las necesidades y/o deseos de la persona que agredió a la nena o al nene. El adulto puede querer recuperar el vínculo con su hijo/a por diversos motivos que, en los casos en los que no ha habido una intervención terapéutica, raramente tienen que ver con reparar el daño producido. Por ejemplo puede querer demostrar a su grupo social que el abuso no ocurrió porque se le permite visitar a la hija o puede percibir la revinculación como una “batalla” ganada al adulto/a protector/a. Por otro lado, en caso de que los/as especialistas consideren que las agresiones han ocurrido, a nivel internacional está totalmente desaconsejada la revinculación entre un niño/a y un/a adulto/a o adolescente agresor/a que no ha recibido tratamiento específico en relación con las agresiones y que no haya tomado conciencia de los motivos y de los mecanismos que lo/a llevan a cometer las agresiones.

¿Qué impacto tiene en los chicos?

–Una revinculación que no tenga en cuenta las cuestiones señaladas puede ser altamente traumática para los/as niños/as, provocando la aparición o reaparición de comportamientos y dificultades que surgen ante situaciones traumáticas, incentivando los temores generalizados y la sensación de indefensión ante la falta de respuesta del sistema, por un lado, y, por el otro, ante la desautorización de la actitud cuidadora de los/as adultos/as no agresores/as por parte de un sistema que debería proteger al niño/a.

Los jueces alegan que no hay riesgo para los chicos porque se realiza la revinculación con la presencia de una psicóloga designada por el tribunal...

–Es posible que la presencia de una psicóloga del tribunal impida que ocurra cierto tipo de agresiones sexuales, por ejemplo las agresiones en las que hay contacto físico entre el agresor y su víctima. Pero no se pueden impedir las agresiones –sexuales y/o emocionales– en las que no hay contacto físico, como por ejemplo, la manipulación y la coerción emocional o la intimidación mediante la utilización de frases o “códigos” compartidos sólo por el agresor y la víctima. La psicóloga del tribunal tampoco podrá impedir la reactivación de vivencias traumáticas previas o posteriores a los encuentros. Por otro lado, debido a la cantidad de casos que cada psicóloga del tribunal tiene que atender, puede suceder que no pueda estar presente durante la totalidad del encuentro aun cuando la indicación del juez lo recomiende. Es importante que los/as jueces/zas que indican la revinculación tengan en cuenta esta posibilidad y dispongan de estrategias para evitar que así suceda.

Hay casos complejos en los cuales el denunciado resulta absuelto, pero los chicos siguen expresando rechazo a ver al padre o expresando de todas formas síntomas de que han sido abusados. ¿Cómo se deberían resolver esos casos?

–Es importante tener en cuenta que en los casos de abuso sexual infantil y de violencia contra niños y niñas en general la intervención adecuada se basa en la necesidad de proteger a la víctima de la reiteración de las agresiones, de reparar el daño causado por la situación de violencia crónica y de penalizar el o los delitos que puedan haber ocurrido. Si bien la penalización es un aspecto importante en el proceso de reparación, el paso fundamental es proteger a los/as niños/as de todas las formas de maltrato. Es probable que no existan pruebas contundentes para condenar a una persona sospechada de haber cometido abusos sexuales. La imposibilidad de penalizar significa solamente que no se pudo comprobar el delito y/o la autoría. No es equivalente a que el o los hechos no hayan ocurrido. En los casos en los que los chicos siguen expresando rechazo a ver al padre o persisten indicadores de abuso, es necesario que especialistas en el tema investiguen la posibilidad de que hayan ocurrido otras formas de maltrato y/o existan otras causas valederas que expliquen las actitudes de los/as niños/as.

Las revinculaciones desde adentro

“Los abusadores y sus defensores saben que si logran algún tipo de contacto directo con las víctimas, la posibilidad de influenciarlas e intimidarlas es inmediata y la impunidad está prácticamente asegurada”, indicó el juez Carlos Rozanski. “Esa clase de medidas no sólo son de gran crueldad, sino que además violan los derechos de las víctimas”, afirmó. Integrante del Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata, que juzgó y condenó por genocidio al represor Miguel Etchecolatz y al capellán Christian von Wernich, Rozanski viene desde hace muchos años estudiando la problemática del abuso sexual infantil y su tratamiento en la Justicia. Es autor del libro Abuso sexual infantil, ¿denunciar o silenciar? y de una ley que impuso el uso de cámara Gesell para que los niños abusados brinden su testimonio en la Justicia en ese ámbito una sola vez y se evite su revictimización.

¿Por qué se promueven las revinculaciones?

–Son estrategias defensivas surgidas a partir de los avances de los últimos 20 años en la materia. Como se hace cada vez más difícil sostener discursos que descalifiquen a las madres y a los profesionales que validan los relatos, y por supuesto a los niños, se piden a los jueces estas “revinculaciones”.
Los abusadores y sus defensores saben que si logran algún tipo de contacto directo con las víctimas, la posibilidad de influenciarlas e intimidarlas es inmediata y la impunidad está prácticamente asegurada.

¿Es difícil probar el abuso sexual infantil?

–No, en mi opinión, eso es un mito. Lo verdaderamente difícil es lograr operadores que les crean a las víctimas y sobre todo que instrumenten mecánicas de intervención que no dañen a las criaturas, que no las silencien y que además no toleren que en su estrategia los acusados y sus defensas denigren y destruyan a sus madres. Las víctimas son un libro abierto. El secreto es leerlo adecuadamente y sin dañarlas. Para eso, lo que hace falta es contar con funcionarios judiciales comprometidos con la temática y la verdadera defensa de los derechos de los niños. Si quienes intervienen tienen esas características, las víctimas son protegidas, los abusos cesan y los abusadores son condenados.

¿Se inventan causas de abuso sexual infantil?

–Eso también es un mito propiciado por los abusadores y quienes se enriquecen con las defensas de esos casos. Está demostrado en el mundo que la inmensa mayoría de las denuncias son ciertas, que hasta cierta edad los niños son incapaces de mentir o fabular sobre situaciones sexuales no vividas.

¿Es sencillo determinar cuando son inventadas?

–Por supuesto, precisamente en la etapa en la que estarían en condiciones de inventar alguna historia de ese contenido, eso es fácil de advertir y no causa mayores perjuicios. Nadie es condenado por el “invento” de un chico. Eso también es un mito interesado.

En los últimos años se produjo un ataque a los peritos que validaban los abusos sexuales infantiles. ¿Cómo impactó esta situación en las causas judiciales?


–También ha sido una estrategia que dio buenos resultados a sus autores. Esos ataques también son una reacción a los avances y provocan a diario no sólo temor individual al profesional atacado y cuestionado, sino que además funcionan como un mensaje de terror al resto de los colegas. Es como un aviso mafioso de lo que le puede pasar a quien se atreva a validar casos de abuso

miércoles, 13 de junio de 2012

La Justicia de Tandil acalla a los niños abusados y protege a los pedofilos!

Interés General » DEFINICION EN OTRA “EMBLEMATICA” CAUSA JUDICIAL
 
La Justicia absolvió a la pareja acusada de abusar de los hermanitos mellizos
13.06-Lo resolvió el juez de Garantías José Alberto Moragas. En su fallo absolutorio no deja de mencionar cuestionamientos sobre la intervención de la psicóloga Daniela Lezcano como la actitud emprendida por la madre de los niños. El caso reviste vital importancia porque se trató de una historia que “vino de la mano” al caso Gonzalo, puntas de lanza para la seguidilla de denuncias y críticas contra el accionar judicial local.


En las últimas horas se confirmó que el juez de Garantías José Alberto Moragas sobreseyó a una pareja que estaba acusada de abusar sexualmente de dos menores -hijos del hombre-, al considerar la inexistencia del delito denunciado por la madre de los hermanitos.
No se trata de un caso más. Se habla de una de las causas “emblemáticas” que, junto al caso Gonzalo,  ha servido de punta de lanza para denunciar una seguidilla indescifrable de presuntos casos de abusos contra menores y criticar con severidad a actores judiciales varios de este medio, cuyas actuaciones fueron puestas en duda e incluso hoy, en el caso del fiscal Luis Piotti, aguarda por un jury, además de la exposición mediática más allá de lo local que ha sido objeto.
El expediente data de 2006 y tras varias idas y vueltas, de pases a archivo y apelaciones, finalmente desde el juzgado de Garantías se resolvió absolver a los acusados, quienes fueron denunciados por la madre de los dos hermanitos menores de edad en plena puja por tenencia de las criaturas.
La causa Ferrari-Salas y Gonzalo tuvieron coincidencias varias, entre ellas la actuación de la cuestionada -como también sancionada por su pares- psicóloga Daniela Lezcano, que una vez más fue objeto de severos cuestionamientos en el fallo recientemente conocido.
Según lo dictaminado por el magistrado, quedó sobreseído totalmente Domingo Roberto Salas y Marta Rosana Martínez por el delito de abuso sexual agravado. Delito que se les imputara en marzo de 2006.
De las varias fojas que comprenden el fallo, el magistrado detalló sobre el dictamen pericial de parte y la contrapartida de las conclusiones de la perito oficial, como así también referenciar sobre el dictamen de los médicos intervinientes y el propio relato de los menores mediante cámara gesell.
Cuestionamientos
A la hora de poner en crisis lo dictaminado por la psicóloga cuestionada, el juez advirtió que al iniciar su labor la única fuente informativa que le permite a la psicóloga concluir sobre síntomas de “encopresis y enuresis, trastornos de sueño, insultos, alteración de las conductas, etcétera, es la proporcionada por la madre y la abuela materna de los niños”.
Sin embargo, señala el juez, dichas apreciaciones se contradicen “palmariamente con los datos objetivos y desinteresados aportados por las autoridades del Jardín de Infantes” donde acudían los chicos, quienes atestiguaron no haber observado en los menores “cambios de humor, ni mayor sensibilidad, ni irritabilidad, ni apatía, ni falta de motivación, sin manifestarse cambios en el rendimiento en clase”.
Según el juez, resulta absolutamente “sugestivo” que ante la naturaleza y peculiar modalidad de los hechos denunciados, quienes vocacional y profesionalmente desarrollan una mayor sensibilidad y agudeza frente al comportamiento de los niños, en un ámbito natural, espontáneo y entre sus pares, ninguno de los docentes a la época en que habrían sucedido los hechos, hayan percibido una señal, un signo, un proceder, que alertara sobre una situación anómala de cualquier connotación,  y más llamativo aún que no lo hayan advertido no en una criatura, sino en dos, hermanos mellizos.
No se dejó de señalar que las “sensibles y evidentes contradicciones” entre las afirmaciones de Lezcano y lo percibido por la comunidad educativa provocó también la “llamativa sugerencia de la nombrada hacia Ferrari para el retiro de los niños del establecimiento educacional, interrumpiéndose inmediatamente la concurrencia de los chicos a dicho jardín durante el segundo semestre de 2006, para efectivizarse la incorporación a otro jardín a partir del ciclo lectivo de 2007”.

Otra vez los dibujos
Otro de los párrafos destacados del fallo, el juez se detiene en lo consignado por la psicóloga en referencia a los gráficos “presuntamente delineados por los niños”.
El juez enfatizó la presunción a partir del informe del jardín en el que se informa que los niños estaban en etapa de garabato, cuando Lezcano presentó dibujos del niño en el que grafica “libremente un camión, una casa y un nene pero insólitamente en la misma foja refiere que el niño le solicita a ella que le dibuje entre otras la carita de un nene porque el no puede hacerlo, accediendo la licenciada a dicho pedido”.
Lo mismo se observó en relación a la niña, sobre quien se detalla que “puede desplegar frente a la profesional una destreza para el dibujo –vaca, tiburón, serpiente, etc.- que no ejecuta entre sus pares en el ámbito natural de aprendizaje”.
El rol de la madre
Tampoco el juez dejó de preguntarse de la actitud de la madre denunciante que, oportunamente suspendió una audiencia donde se iba a practicar la cámara gesell con sus hijos para no revictimizarlos y dejándolo a criterio de la psicóloga cuando evaluara que estaban en condiciones los menores de hacer dichas entrevistas, cuando días previos la mismísima psicóloga había implementado una entrevista con los chicos filmada con aspiración de pseudoficial en un ámbito privado.
También aquí el magistrado aludiría a las conclusiones arribadas por la perito oficial, sobre quien indicó que no resulta “ocioso ni impertinente observar que las entrevistas aludidas amén de implementarse como adelantaran a más de ochos meses de la denuncia, con una marcada injerencia de la perito de parte en las mismas, en niños de tan corta edad, circunstancia que fue observada por la perito oficial al señalar que en algún tramo de la entrevista en relación a la niña adhiere a la pregunta inducida, mostrando proclividad a la influencia del otro”.
También Moragas realizaría luego un pormenorizado análisis del aporte de los médicos que intervinieron en el caso, quienes pusieron en duda que las lesiones presentadas por la niña tenían que ver con un abuso.
El relato de los niños
No sin vencer el escollo que representó la corta edad de los niños a la hora de poder expresarse, “aunado a una previo e intensa actividad desplegada por la perito de parte -que incluyó dos cámaras gesell privadas- lo que le quita espontaneidad a los relatos, el magistrado también analizó sendos testimonios, a los que consideró como contradictorios e inducidos.
Una de las particularidades notadas por el juez fue que ambos chicos  utilizaron el apellido materno Ferrari al ser consultados al respecto por la entrevistadora, “elección que excede a la voluntad propia de un niño de cinco años”.
En el mismo sentido y ante la pregunta precisa, la niña manifestó que “ella no tiene papá”, afirmación que tampoco “parece pertenecerle ya que en otro tramo del relato hace referencia concreta al mismo”.
No dejó de observar el juez que la niña al ser consultada sobre si conocía las razones de la entrevista, la niña dice “vine a contar todo y no ver más a papá”, denotando además “de una falta de espontaneidad la determinación de llevar a cabo una idea preconcebida”.
Más luego, el juez detallaría las contradicciones evidentes entre los testimonios de los hermanitos, como así también pondría el acento en la conflictiva relación entre Ferrari y Salas una vez separados y, especialmente, cuando él concibió otra pareja, en medio de pujas por la guarda de los chicos.
Así, el juez consecuentemente coincidió con lo que oportunamente había dictaminado el fiscal Piotti al disponer el archivo de la causa en relación a la insuficiencia probatoria para acreditar los hechos denunciados

lunes, 4 de junio de 2012

Dinosaurios en la escuela

Revista XXIII
Colegios y padres que pretenden censurar la memoria

Dinosaurios en la escuela

Amonestaciones a una alumna por hablar de los desaparecidos y amenazas a una docente por dictar clases sobre Rodolfo Walsh y Cristian Alarcón. Los nostálgicos del orden militar pretenden acallar voces que ya aprendieron a gritar.

La resistencia y la mentalidad retrógrada de muchas instituciones dependientes de la Iglesia Católica argentina al momento de tratar o referirse a temas que tienen que ver con el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y lo ocurrido durante la última dictadura militar, suelen ponerse de manifiesto en distintas regiones del país durante distintos momentos del año. En la última semana salieron a luz dos casos de intolerancia hacia el revisionismo histórico.

El primero ocurrió en el Colegio Monseñor Audino Rodríguez y Olmos, de la ciudad de San Juan y dependiente de la Universidad Católica cuyana. El viernes 23 de marzo, Micaela Lisola, de 16 años, al comprobar que en el colegio privado al que asiste no se había hecho una sola mención a la Semana de la Memoria, le pidió permiso a la directora del establecimiento para hacer uso de la palabra y pronunciarse sobre la conmemoración del 24 de marzo. La directora se negó, ya que “no estaba chequeado lo que iba a decir”. Sin embargo, le propuso lo que consideró una idea mejor: hablar sobre la marcha antiabortista del Día del Niño por Nacer. Micaela aceptó. Tomó el micrófono y les contó a los alumnos presentes lo que había pasado con los 30 mil desaparecidos, haciendo hincapié en que entre las víctimas del terrorismo de Estado había muchos chicos de su misma edad, que luchaban por sus derechos, una de las razones por las que ellos debían tener memoria. Luego recordó una frase de un nieto recuperado: “Sin memoria no hay identidad, sin identidad no hay Patria, y sin Patria hay colonia”. La directora le arrebató el micrófono, frente a los atónitos 600 alumnos. “¿Por qué? Si tenemos derecho a expresarnos”, replicó Micaela, sin amedrentarse por la actitud de la docente.

En la dirección, le pidieron que se retractara debido a que “tenía que informarse bien sobre lo que había pasado”. Micaela no compartió ni aceptó el criterio y recibió 24 amonestaciones por “desobedecer”. No conformes con ese castigo, las autoridades del colegio católico –que trataron de ocultar el tema hasta ahora y no se expidieron públicamente– decidieron dedicar la semana a “reflexionar sobre las faltas de respeto”.

La mamá de la alumna no quiso hacer la denuncia formal, pero la delegación provincial del Inadi, a cargo de Luis Domínguez, se entrevistó con la ministra de Educación provincial luego de que el colegio se negara a revisar la sanción disciplinaria. “La madre quería hacer algo pacífico y durante estos dos meses siempre confió en que los directivos iban a dar marcha atrás –señalaron desde el Inadi–. Quiere que le quiten las amonestaciones por ser arbitrarias y porque su hija no hizo nada malo. Hubo mediaciones y una serie de trámites con las autoridades de la escuela para solucionar el conflicto, pero no dieron resultados. En la institución argumentan que la chica habría cometido una falta de disciplina, pero tomando las dos versiones, no hubo falta de respeto alguna. Lo que la chica hizo fue hablar del Día de la Memoria, tal como se hace en la mayoría de las escuelas. Lo que sucede es que los colegios que dependen de la Iglesia Católica se resisten a conmemorarlo”.

Por su parte, la mamá de Micaela, Belén Icazatti, se mostró orgullosa de su hija: “Las autoridades me dieron la misma versión y no quieren retractarse. Micaela está con un pie adentro y uno afuera del colegio”, sostuvo y quedó a la espera de una reunión conciliatoria con los directivos de la escuela.

Esta no es la primera vez que la Universidad Católica de Cuyo se ve envuelta en casos de censura. Hace dos años, una alumna que estaba por recibirse en la carrera de psicología fue retratada por un diario local durante una marcha a favor del matrimonio igualitario. Al día siguiente, Antonella Ríboli –que terminaría siendo la abanderada de dicha carrera– recibió una serie de “recomendaciones” de la universidad, por lo que recurrió al Inadi. En esa oportunidad y contrario a lo ocurrido con Micaela, el organismo logró una mediación inmediata entre la universidad y la alumna.

Muy lejos de San Juan, en la localidad bonaerense de Junín, se registró otro caso de censura, pero a partir de las amenazas de un padre contra la profesora de Literatura de la Escuela Media Nº 7. En ese curso, de acuerdo con el programa de clases y dentro del diseño curricular establecido por la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, iban a estudiar los textos del escritor desaparecido durante la última dictadura Rodolfo Walsh, y la novela Cuando me muera quiero que me toquen cumbia, del periodista Cristian Alarcón.

Horas después de dar la clase, la profesora –cuya identidad no fue revelada– fue citada por la directora del colegio, quien tras hablar con los padres organizó una reunión conjunta. Debido a la discusión generada durante el encuentro, los padres fueron levantando el tono y amenazaron a la docente, quien se vio obligada a realizar una denuncia penal. “Te vamos a amenazar acá y en cualquier lado”, “vamos a volver”, habrían sido los términos utilizados por el agresor, que además habría reivindicado la lucha de los uniformados contra los “subversivos” de la década del setenta.
Ecos del pasado que, cada tanto, pretenden instalarse en una realidad democrática con el fin ilusorio de acallar voces que aprendieron a expresarse, y si es necesario, a gritar.

 

MAS ABUSOS SEXUALES EN TANDIL Hasta cuando se mirara para otro lado? ASI de Alto Riesgo

La madre que denunció a su vecino por presunto abuso de su hija recibió el apoyo de la barriada
04.06- Ana María Muñoz, la mujer del barrio La Movediza que denunció a su vecino de unos 72 años por presunto abuso sexual de su hija de tan sólo 9, recibió el apoyo de la barriada, conocida la acusación que disparó sin miedo ni tabúes en las páginas de este Diario. A la espera de la Cámara Gesell, que será en los próximos días, los vecinos y la familia de la pequeña cuestionaron los tiempos de la Justicia.
Habiendo transcurrido más de dos meses de que hiciera la denuncia en la Unidad Funcional de Instrucción 16, ante sus firmes sospechas respecto de su vecino, apodado el “Abuelo”, un hombre de unos 72 años a quien acusa como el presunto abusador sexual de su hija de 9 años, Ana María Muñoz (conocida como Mariana) recibió el apoyo de sus vecinos, quienes se hicieron presentes para acompañarla en este momento. 
“Vine a apoyar a Mariana en el momento que está viviendo porque uno tiene hijos y nietos, y no me gustaría que me pase a mí. Y si me pasa, me gustaría que me apoyen, yo no tengo problema en apoyarla porque para eso estamos los vecinos”, explicó una de las señoras presentes.
Mientras la causa a cargo del fiscal Marcos Egusquiza avanza, la menor continúa con tratamiento psicológico y en las últimas horas se confirmó que será sometida a una Cámara Gesell en los próximos días, tras haber sido entrevistada por una psicóloga en Azul. Además, será entrevistada la otra pequeña de 12 años que habría sido también abusada por el mismo hombre.
Todo esto se desató luego de que la pequeña le manifestara -en marzo de este año- una molestia física, por lo que fue revisada por dos médicos especialistas, quienes constataron el abuso al observar que a la pequeña le habían salido condilomas que en gran porcentaje se producen por contagio sexual.
Ahora, Muñoz contó que pasadas tan sólo algunas horas de publicada la nota a este Diario “el mismo domingo a la madrugada sacaron todos los muebles de la casa de este hombre, están en la casa del otro vecino, y ya está habitada con otra gente que no sé quiénes son”. 
Dijo también que “dos o tres vecinos que me conocían vinieron a preguntarme y a decirme que contara con ellos en lo que necesitara”. En la oportunidad, le dijeron además que “no me sienta sola y que esto no vuelva a pasar, que realmente se haga lo que se tiene que hacer: condenarlo por lo que hizo. Eso fue lo que vinieron a decirme”. 
Asimismo, advirtió que el rumor de que su vecino se habría intentado quitar la vida, aunque “fueron todas mentiras” afirmó. Y que otra versión indicaba sobre la posible existencia de una denuncia anterior contra este hombre, quien “vivió antes en Las Tunitas y tuvo que cambiarse porque habría abusado de una chica. Ojalá que cuando salga a la luz el nombre de este hombre, también puedan salir a la luz todas las cosas que él hizo. Porque si vino de otro barrio abusando, llegó a éste y sigue haciendo lo mismo. Y se va a ir a otro y va a seguir haciéndolo”.
Muñoz aseguró que al momento desconoce el paradero del hombre. “En Fiscalía deben saber a dónde está”, estimó. Luego, recordó que el día que le llegó la citación para la Cámara Gesell también llegó otra para su vecino en el domicilio de la casa lindera, pero las personas que actualmente la habitan habrían dicho que no lo conocen; “pero sí lo conocen”, advirtió Muñoz.
Recalcó que “la policía estuvo más ayudándome a mí que a cualquier otro y ahora los vecinos se están enterando. Lamentablemente no se puede dar el nombre de la persona que hizo esto y por eso mucha gente no sabe porqué solamente se habla de ‘el caso de La Movediza’”, haciendo referencia a su dolorosa experiencia. 
El hombre
en el barrio
Consultados los vecinos acerca del vínculo que tenían con el “Abuelo”, la mayoría respondió que no les gustaba. “Uno lo ve y es un hombre tranquilo y amable”, contó una mujer; mientras una chica que estaba sentada enfrente suyo acotó: “Estas personas demuestran ser así y después no lo son; ahora te lo está demostrando con lo que ha hecho”.
Los tiempos 
de la Justicia
“Si le dan la libertad, va a seguir haciendo lo mismo porque está enfermo”, expresó una de las mujeres presentes, mientras que otra le sumó que “una persona así no puede estar suelta porque se fue de este barrio pero va a otro y le va a pasar a otra persona. El no hacía reuniones con varones, no quería”.
Según señaló otra de las vecinas “desde un principio tendría que haberlo detenido o ponerle un policía en la puerta de su casa para que él no dispare y siga haciendo macanas”.
En su caso, Muñoz destacó que ella y sus hijos fueron custodiados en su casa. Las vecinas cuestionaron el porqué de la custodia a ella y no al presunto abusador de la menor. “La Justicia es al revés, parece que siempre contiene al sinvergüenza y no a la persona que está dolida”, dijeron.
“Dicen que él tiene 70 años y no puede ir preso, pero ¿sí tiene derecho a abusar de las criaturas? Uno no entiende cómo se maneja la Justicia en estos casos… ¿O pretenden que nosotras hagamos justicia por nuestros propios medios? Terminaríamos presas nosotras, pero ¿él, que tiene esa edad, no puede ir?”.
Qué hacer
Consultadas sobre la posibilidad de una movilización en defensa de su vecina, una de las mujeres afirmó que “sería bueno que lo metieran preso, que pague por lo que hizo… ¿Qué hacemos si queda suelto? Tenemos que esperar a lo que la Justicia decida, y no es así”. 
En tanto, el hermano mayor de la víctima sostuvo que “lo que hay que cambiar acá es la Justicia, porque que esto pasó ya va a ser casi dos meses, mi hermana se lo calló hasta que se descubrió. Dijo lo que le había pasado, quién fue, tuvo que ir a Azul y declarar allá. Vino acá con psicólogo repitiendo una y mil veces lo que le había pasado para poder prepararla para la Cámara Gesell. Pasa casi un mes para eso”. 
Después dijo que su hermana “está bien, ella lo que quiere -si nos ponemos en el lugar de una criatura- es olvidarse, te lo dice ella. Se quiere olvidar porque no quiere volver a hablar de eso. Al fin y al cabo, a quien le están poniendo la tortura es a mi hermana”.
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ASEGURAN QUE EN TANDIL “SE TAPAN COSAS”
“Exponen a la tortura a la víctima”
“Son muchos días más que tenemos que hacer que recuerde”, acotó Muñoz, diciendo que “es horrible lo que le pasó, si supieran lo que ha hablado mi hija, las cosas que ha hecho este tipo con ella. Ella temía que se lo hicieran a las hermanitas también, fíjese en la postura que estaba mi hija”. 
Asimismo, expuso que “tenemos que mantenerle intacto en la mente porque ella busca olvidarse”, mientras que su hijo cuestionó: “¿A quién están exponiendo la tortura? ¿Qué más pruebas necesitan? La nena ya declaró en Azul y ahora tiene que exponerse de nuevo a una Cámara Gesell, que para mí no sirve. Se la está torturando a ella, más de la tortura que tuvo con esta basura”.
Señaló que “la otra nena tampoco fabulaba, ¿qué otra prueba hay que tener?”, mientras que una de las vecinas deseó que “se haga Justicia y que la policía y los jueces sean honestos y hagan las cosas que se deben hacer. Acá en Tandil hay muchas cosas que se tapan”.
“Es verdad eso”, respondió otra mujer y contó que “yo lo pasé personalmente. Yo tengo una hija de 20 años que cuando tenía 10 fue abusada por una persona y como no hubo penetración, no se hizo nada. Los papeles siguen en Fiscalía, nunca hicieron nada”.*
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Justicia por mano propia
“Esto lamentablemente te sale de adentro, hacer justicia por mano propia, pero pierde uno. En el caso mío, si les sucedía a mis hijas, seguramente que mi marido iba preso porque conozco su personalidad, no hubiera esperado nada”, dijo otra de las vecinas. 
En tanto, Muñoz expresó que “para mí ya es culpable porque yo le creo a mi hija, y si tuviera que haber salido a hacer justicia yo, ya lo hubiera hecho. Yo voy a esperar a que lo dictaminen quienes deban dictaminar, estoy respetando ese tiempo mientras mi hija se está torturando todos estos días tratando de recordarlo, pero el día que se haga la Cámara Gesell y no lo detienen a ese tipo, no lo voy a callar. No voy a parar”. 
Insistió en que “a la vista está que tenemos que esperar todos estos días, mantener eso que le pasó a mi hija en su mente, nosotros como familia apoyarla, y espero que se lo detenga ahí nomás, porque ahí voy a respirar al saber que está detenido. No me voy a callar hasta ese momento y si la Justicia no hace nada, ahí sí que voy a poder llegar a perder la cabeza”. 
Por último, la madre de la pequeña agradeció la presencia de los vecinos, a quienes les dijo que “somos poquitos, pero la fuerza se siente. Espero que nunca más le pase esto a nadie porque es horrible, por lo menos no acá en este barrio. El barrio tiene mucho que ver también, cuando nos apoyamos entre todos, que gente como ésta no entre. Y si está, sacarla. Así que les agradezco mucho a todos a los que vinieron a apoyar en esta situación”.-
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“Estoy sufriendo junto a mis hijos”
Tras recibir el apoyo de sus vecinos, Mariana Muñoz describió los terribles momentos que vive su familia y confió que no va a parar hasta que se haga justicia.
-¿Cómo está su hija ahora?
-Mi nena está bien, tratamos de que en casa no se hable de eso. Yo con ella hablé, cuando hice la nota le conté y hablamos mucho del tema, de lo que le pasó entre nosotras dos solas; pero la veo bien. O quizás como mamá quiero intentar verla bien. 
-Sigue con tratamiento psicológico…
-Sí, desde que le pasó eso y yo también. Estamos las dos con tratamiento. 
-¿Qué le dijeron en Fiscalía hasta el momento?
-Yo pregunté porqué no podía ser detenido y me dijeron porque no hay pruebas. No entiendo, las pruebas estaban en la enfermedad de mi nena porque me la enfermó. Eso es lo que no entiendo. Yo llevé a mi hija porque tenía una molestia y el mismo médico me dijo: ‘Mamá, están abusando de tu nena’, y ¿eso no es una prueba? Parece que no, por eso me enteré, sino no me hubiera enterado. Cuando las nenas declararan me dijeron que recién ahí iba a ser detenido. Ojalá que sea así.
-¿Sabe si se le hizo un estudio médico a él?
-Sí, se lo hicieron. Supuestamente la causa no estaba acá, no me pudieron informar sobre eso, entonces tampoco fui más a Fiscalía. 
-Mucha incertidumbre…
-Sí, pero no me voy a callar. Yo como mamá a mí no me interesa, me está pasando a mí y lo estoy sufriendo junto a mis hijos. Los más chiquitos no entienden nada todavía. Mi nena que fue la víctima, los más grandes y yo, somos los que estamos sufriendo. Por eso quiero que se haga justicia. 
-¿Pudo contactarse con alguien del Municipio?
-Sí, enviaron a una asistente social pero yo no estaba, estaba trabajando. Hablé con Pablo Esquivel y me dijo que tratara de quedarme tranquila, que iban a ver si sacaban a la persona que no tenía que estar viviendo acá y bueno… para cuando yo fui a hablar con él, esta persona ya no estaba. Se lo informé