"Los derechos de los niñ@s deben ser una cuestión de Estado."

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Escuchemos a los niñ@s!

martes, 31 de enero de 2012

TandilImpune : bajo la Lucha de un Luchador.

Foto Ilustrativa.




"Pelicula de Abusadores"






Por Daniel Gilabert @Genoma40
 DNI 7 371 636.



Como si se tratase de la remake de una película de mafias e intrigas ya vista,miramos los sucesos...incrédulos...atónitos porque sabemos que no es ficción. Sabemos que es real. Tan real que hasta tenemos miedo que nos afecte .
En este miedo está el lugar en el cual los mafiosos perpetúan su impunidad.Y sienten la imperiosa necesidad de sentirse impunes porque saben que la realidad los delata. Y entonces?  Entonces sabemos que tienen más miedo que nosotros.  No porque seamos héroes,sino porque lo de ellos es tan miserable y criminal que sin impunidad cae por peso propio.
Tapan su cobardía patoteando,amenazando porque...claro,la sociedad mafiosa con medios de desinformación no es efectiva en todo tiempo y lugar...ni con toda la gente. Todo líder mafioso sabe que su poder debe crecer constantemente,porque acechan siempre otros grupos.Se sabe,para ser mafioso hay que tender a un permanente aumento de Poder.Pero esto no es posible cuando se quiere ser mafioso sin haber aprobado las clases más significativas. Esto requiere tiempo.
Cuando la Ambición de Poder es mayor que la capacidad para ejercerlo,la autoridad se ejerce de manera escondida,tan escondida de manera constante que la cobardía se hace evidente.Y cuando manda la cobardía,el Jefe pierde prestigio y sus servidores ocultos sienten hervir sus propios miedos. Trepadores facilistas de las oportunidades que una sociedad abierta les propicia,se yerguen en soberanos de las instituciones para desde allí ejercer un poder que su propia indignidad les niega.
Cobardes que necesitan formar y mantener aparatos represores para seguridad...de sus propios miedos miserables.Institucionalizados,los mafiosos cuentan en sus huestes con  gobiernos, intendencias, fiscales, jueces legisladores que no han tenido otra escuela que la de "hacete amigo del juez".
"Los odres no son los mismos odres,ni el vino es el mismo vino"susurraba otro maestro.
Finalizada la embriaguez de una victoria que no les pertenece,prestos a seguir escalando para llegar a ocupar la cima de los triunfadores,tardarán en convencerse que los corruptos siempre caen antes de haber aprendido a recorrer la mitad del camino.Simplemente porque la mayoría de la gente,aún estando confundida,es decente;es de otro palo.

Absoluta solidaridad de los ciudadanos honrados para Daniela Lezcano,quien con el valor de los honestos y valientes denuncia a los abusadores de niños y a quienes los prohijan desde un Poder mafioso en Tandil.

domingo, 29 de enero de 2012

Cuando el Poder ordena NO HABLAR DE CIERTAS COSAS...Lease: Caso Sofia Gonzalo y Lic Lezcano D. Es mas evidente que #LTA

Tandil, dividida por las denuncias de 38 casos de abuso infantil

Por Mariana García

Los familiares de las supuestas víctimas acusan a un fiscal de no investigar.

Vacía. Una plaza del centro de Tandil, donde sólo por lo bajo se habla de los 38 abusos cometidos desde 2006.

Tandil, dividida por las denuncias de 38 casos de abuso infantil

Por Mariana García

Los familiares de las supuestas víctimas acusan a un fiscal de no investigar.
Tandil. Enviada especial - 29/01/12
El camino comienza a ondularse, como si la pampa despertara de pronto para sacarse de encima la chatura. En los campos, verdes, la soja crece bajo el sol de enero. Tandil conserva el encanto de los pueblos. La plaza principal, la Iglesia, el edificio de la Municipalidad. Cada uno en su sitio. Pero antes de llegar al corazón de la ciudad, hay que cruzar autopistas atestadas de camiones y sortear los predios inmensos que ocupan las fábricas. Tandil creció tanto como para tener su parque industrial y una de las universidades más importantes del interior bonaerense. Pero aquí, la letanía de la siesta parece teñir el resto del día.
Fue hace dos años, en esa misma Plaza Independencia, cuando Patricia Ferrari se tragó la vergüenza y salió a gritar lo que se había cansado de repetir en la justicia: que su ex marido y padre de sus hijos era también el violador. Hoy, su historia se convirtió en el caso testigo que intentará llevar a juicio político al fiscal Luis Piotti, acusado de demorar los 38 casos de abuso sexual infantil que se cuentan en esta ciudad desde 2006.
Patricia no está sola. Para cuando organizó la primera marcha, ya llevaba tres años pidiendo pericias, aprendiendo de procedimientos y rogando ayuda. De tanto caminar por tribunales, descubrió que había otras familias a las que les estaba pasando lo mismo. Son veinte en total pero sus hijos suman 38. Empezaron a reunirse y organizaron marchas.
Pero quebrar el clima de siesta resulta difícil. No se habla mucho de los abusos ni tampoco del primer juicio contra represores que en diez días tendrá esta ciudad, la misma que en 1991, eligió por tres períodos a Julio Zanattelli, ex intendente de la Dictadura en la que desaparecieron 26 personas. En las charlas de café, en cambio, se habla de las últimas novedades sobre los festejos para recordar los 100 años de la caída de la Piedra Movediza.
Patricia y las otras familias habían logrado vencer el temor – y el espanto – de la primera denuncia. Sin mucho más que hacer en Tandil, viajaron a Buenos Aires, se reunieron con las Madres de Plaza de Mayo y llevaron decenas de cartas a Casa de Gobierno. Una de ellas llegó hasta la Presidenta. Por orden de Cristina Kirchner, el diputado provincial del FPV, Fernando “Chino” Navarro, junto a otros dos legisladores, fueron a Tandil para saber qué pasaba.

“El fiscal nos hace pasar como locas”



Denunciante. Patricia Ferrari.
Fue tres meses después del nacimiento de los mellizos, cuando Patricia Ferrari se cansó de los golpes de su ex marido y se fue a vivir a la casa de su mamá. Pero cuando los chicos tenían tres años, descubrió lo impensable. Los dos – una nena y un varón- tenían signos de abuso sexual. Ella, profesora de arte, denunció a su ex marido, Domingo Salas, quien trabajaba como personal civil de la Fuerza Aérea. La historia de Patricia se convirtió en el caso testigo para llevar a juicio político al fiscal de Tandil, Luis Piotti. Patricia, además, se convirtió en la vocera del grupo: “En lugar de recibir de la justicia ayuda, recibís lo peor”.
Hace seis años que Patricia hizo la denuncia. Entonces, llevó a la justicia los informes del pediatra y la psicóloga donde se constataba el abuso. Varias veces consiguió que se reabriera la causa pero el fiscal Piotti todavía no llamó a indagatoria a su ex marido.
Patricia dice que los casos no tienen nada en común, salvo una cosa: “El patrón que nos une es que hay un fiscal que no investiga, que maltrata a las mamás y que nos hace pasar por locas”. Hay que hurgar muy dentro de sus ojos para encontrar la tristeza, porque Patricia siempre está sonriente. Menos cuando recuerda que existe un pedido para revincular a los chicos con el padre. Entonces, llora.


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“Algunos podrán tener dudas sobre estas madres, pero yo me guío por lo que leí. Los expedientes hablan por sí solos y sobran razones para llevar adelante un juicio político ”, le dijo Navarro a Clarín .
Nora Romero era ama de casa. Nunca había tenido que trabajar hasta que descubrió que su marido abusaba de la más chica de sus cuatro hijos. Aterrorizada, se animó a denunciarlo, pero recién después de cinco meses el fiscal firmó la exclusión del hogar. Hasta entonces, tuvo que dormir en la misma cama que el abusador.
Nora hizo la denuncia en agosto de 2008. Pasaron tres años hasta que el fiscal Piotti encontró elementos suficientes para probar el abuso y ordenar la detención del padre, quien para entonces ya estaba prófugo. En esos tres años, se perdieron fojas, la causa fue archivada y también se llegó a ordenar un régimen de visitas con el abusador. Por las irregularidades en las investigaciones, Piotti recibió varias observaciones desde la fiscalía general de Azul y tuvo que reabrir causas que había archivado.
Clarín intentó hablar con él pero el fiscal prefirió el silencio. En su defensa salió el perito oficial, el psicólogo Adolfo Loreal, de estrecha relación con el intendente y a punto de asumir como director de Salud Mental de la Comuna: “Me consta que algunos de esos denunciantes han interferido con la labor de la justicia, Piotti es un obsesivo de su trabajo”.

Un hombre bajo sospecha



Luis Humberto Piotti tiene 44 años. Nació en Tandil, está casado y tiene dos hijos de 11 y 7 años. Estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires. Hace 20 años que trabaja en casos de abuso infantil.
Los diputados bonaerenses que pidieron su juicio político lo acusan de “graves violaciones” a los derechos de los hijos de Patricia Ferrari, “maltrato institucional con grave riesgo” para los chicos, entorpecer el avance de la investigación y abuso de autoridad.             

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En la intendencia, en cambio, buscan quedar al margen. “Todas las denuncias fueron canalizadas a los órganos competentes”, le dijo a Clarín , Juan Pablo Frolik, a cargo de la Municipalidad. El intendente está de vacaciones en Cariló.
En la justicia y el poder político imaginan una maniobra kirchnerista. Miguel Lunghi, el intendente, es radical. Tandil es también la cuna de Mauricio Macri y su familia tiene campos allí. Lejos de pruebas, peritos y operaciones políticas, 38 chicos intentan comprender que fue lo que les pasó.